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Ayuno, clave en la regulación del peso, cuando y como hacerlo.
El ayuno como una herramienta poderosa curativa

El ayuno ha cobrado gran relevancia como una poderosa herramienta curativa, sobre todo cuando se combina con la dieta carnívora. Promueve diversos beneficios para la salud al permitir que el cuerpo descanse y se repare. Uno de los aspectos más interesantes del ayuno es su capacidad para activar la autofagia, un proceso natural mediante el cual el cuerpo elimina las células dañadas y regenera otras nuevas.
Exploremos qué es la autofagia, las condiciones precisas que la inician y los múltiples beneficios que ofrece para la salud. Comprender la autofagia puede abrir nuevas vías para optimizar la salud y la longevidad mediante el ayuno estratégico y la elección de alimentos adecuados.
¿Qué es el ayuno?
El ayuno es una práctica que consiste en abstenerse voluntariamente de comer y, a veces, de beber durante un período determinado. Se ha utilizado durante siglos por diversos motivos, entre ellos, espirituales, de salud y de estilo de vida. Existen varios tipos de ayuno , entre ellos el ayuno prolongado , que dura más de 72 horas.
Las personas optan por ayunar por numerosos motivos. Los beneficios para la salud se encuentran entre las motivaciones más comunes. El ayuno puede mejorar la salud metabólica al aumentar la sensibilidad a la insulina, reducir la inflamación y favorecer la pérdida de peso. Además, desencadena un proceso llamado autofagia, mediante el cual el cuerpo elimina las células dañadas y regenera otras nuevas, lo que puede mejorar la salud celular y la longevidad.
Algunas personas ayunan para mejorar la claridad mental y la concentración, ya que la ausencia de alimentos puede generar niveles de energía más estables y reducir la confusión mental. Otras utilizan el ayuno para redefinir su relación con la comida, rompiendo con patrones y hábitos alimenticios poco saludables. Además, el ayuno tiene un significado cultural y religioso en muchas tradiciones, donde sirve como medio de purificación y disciplina espiritual.
En definitiva, el ayuno es una herramienta versátil que puede ofrecer diversos beneficios físicos, mentales y espirituales, lo que lo convierte en un método popular para quienes buscan un bienestar integral.
¿Cuáles son los beneficios del ayuno?

El ayuno ofrece numerosos beneficios para la salud que han contribuido a su creciente popularidad. Una de las ventajas más significativas es su impacto positivo en la salud metabólica. El ayuno puede mejorar la sensibilidad a la insulina , lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y puede prevenir o controlar la diabetes tipo 2. Al reducir los niveles de azúcar e insulina en sangre, el ayuno estimula al cuerpo a utilizar la grasa almacenada como fuente de energía, favoreciendo la pérdida de peso y mejorando la composición corporal.
Otro beneficio crucial del ayuno es su capacidad para activar la autofagia , un proceso de limpieza celular mediante el cual el cuerpo elimina las células dañadas y regenera otras nuevas. Este proceso puede mejorar la salud celular, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y promover la longevidad. Además, el ayuno puede disminuir la inflamación , un factor subyacente común en muchas afecciones crónicas como las enfermedades cardíacas, el cáncer y los trastornos autoinmunitarios. Al reducir el estrés oxidativo y la inflamación, el ayuno favorece la salud general y la prevención de enfermedades.
El ayuno también tiene efectos notables en la salud cerebral . Puede mejorar la claridad mental, la concentración y la función cognitiva. El proceso de cetosis, que ocurre durante el ayuno cuando el cuerpo quema grasa como combustible, produce cetonas que sirven como una fuente de energía eficiente para el cerebro. Esto puede conducir a una mejora de la memoria y el rendimiento mental. Además, se ha demostrado que el ayuno aumenta la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína que favorece la salud cerebral y protege contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
¿Quién puede practicar el ayuno?
El ayuno puede ser una práctica beneficiosa para muchas personas que buscan mejorar su salud, en particular para quienes están interesados en los beneficios de la autofagia. Las personas con problemas metabólicos, como resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, pueden beneficiarse del ayuno debido a su capacidad para aumentar la sensibilidad a la insulina y estabilizar los niveles de glucosa en sangre. Quienes buscan perder peso o controlar la obesidad también pueden encontrar el ayuno eficaz, ya que promueve la quema de grasa al reducir los niveles de insulina y aumentar el metabolismo.
Además, quienes buscan mejorar su claridad mental y función cognitiva podrían probar el ayuno, ya que la autofagia favorece la salud cerebral al eliminar células disfuncionales y promover la regeneración neuronal. Esto puede mejorar la memoria y la concentración, además de proteger contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad. En definitiva, el ayuno y la autofagia resultante ofrecen un enfoque integral para mejorar la salud física, prevenir enfermedades y potenciar el bienestar mental, convirtiéndolo en una práctica valiosa para muchos.
Sin embargo, el ayuno no es adecuado para todos, y ciertos grupos deben evitarlo o practicarlo con precaución. Las mujeres embarazadas y lactantes no deben ayunar debido a las necesidades nutricionales de sus bebés en desarrollo. Las personas con trastornos alimentarios, como la anorexia o la bulimia, deben evitar el ayuno, ya que puede agravar su condición. Quienes padecen enfermedades crónicas deben consultar con su médico antes de comenzar un régimen de ayuno, ya que puede afectar los niveles de azúcar en sangre y la eficacia de los medicamentos.
¿Cómo funcionan juntos el ayuno y una dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro?
Una dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro y el ayuno son dos estrategias poderosas que, combinadas, pueden mejorar significativamente la salud y el bienestar general. La dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro consiste en consumir productos de origen animal herbívoro, como carne de res, borrego, cabra, pescado con escamas, huevos, miel de abeja, sal, especias, verduras y frutas de temporada, fermentos como vinagre, levadura de cerveza, etc. entre otros que proporcionan alimentos ricos en nutrientes y de fácil digestión. Esta dieta minimiza la ingesta de carbohidratos, lo que conduce a niveles estables de azúcar en sangre y reduce los picos de insulina. Al combinarla con el ayuno, los beneficios se potencian.
El ayuno, que consiste en abstenerse de comer durante periodos específicos, complementa la dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro al estabilizar aún más los niveles de glucosa e insulina en sangre. Durante el ayuno, el cuerpo entra en cetosis, quemando grasa como combustible, un proceso que ya se ve favorecido por el bajo contenido en carbohidratos de la dieta carnívora. Esta sinergia mejora la flexibilidad metabólica, permitiendo al cuerpo alternar eficientemente entre la quema de carbohidratos y grasas para obtener energía.
Uno de los principales beneficios de combinar la dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro con el ayuno es la promoción de la autofagia, un proceso de limpieza celular mediante el cual el cuerpo elimina las células dañadas y regenera otras nuevas. Este proceso es vital para reducir la inflamación, mejorar la salud celular y promover la longevidad. La alta densidad de nutrientes y la ausencia de toxinas vegetales en la dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro favorecen la salud intestinal y reducen la inflamación, creando un entorno óptimo para la autofagia durante los periodos de ayuno.
La dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro y el ayuno, combinados, pueden mejorar la salud metabólica, la pérdida de peso, la claridad mental y el bienestar general, lo que los convierte en una combinación potente para quienes buscan beneficios para la salud.
¿Cuándo comienza la autofagia?
La autofagia suele comenzar tras un periodo de ayuno, cuando las reservas de glucógeno se agotan y el cuerpo empieza a utilizar la grasa como fuente de energía, en lugar de la glucosa. Este cambio generalmente ocurre entre las 48 y las 72 horas de ayuno, pero el momento exacto puede variar según factores como el metabolismo individual, el nivel de actividad y los hábitos alimenticios previos. Durante este proceso, el cuerpo activa vías que descomponen y reciclan componentes celulares, favoreciendo la reparación y el mantenimiento celular. Comprender cuándo comienza la autofagia puede ayudar a optimizar las prácticas de ayuno para obtener los máximos beneficios para la salud.
¿Cómo prepararse para un ayuno para obtener los beneficios de la autofagia?
Prepararse para un ayuno que promueva la autofagia implica seguir varias prácticas recomendadas para garantizar que el proceso sea seguro y eficaz. En primer lugar, es fundamental ajustar gradualmente los hábitos alimenticios antes del ayuno. Se debe minimizar la ingesta de carbohidratos y aumentar la de grasas saludables para facilitar la transición del cuerpo a la cetosis, un estado metabólico que favorece la autofagia. Esto se puede lograr siguiendo una dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro durante los días previos al ayuno y puede variar de 3 meses a 8 meses según el grado de desnutrición de la persona.
La hidratación es importante. Asegúrate de beber suero casero (agua, sal y limón) en proporciones correctas (para poder ayunar el consumo de sal debe llegar por lo menos a los 12 gramos de sal por litro de liquido que entra al cuerpo, esto se debe supervisar por un profesional de la salud y es un proceso que puede durar hasta 8 meses según el grado de edematización intracelular de la persona) antes del ayuno y de mantenerte hidratado durante el mismo. Los electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, que ya contiene la sal son importantes para prevenir la deshidratación y mantener las funciones corporales. Siempre recomendamos el suero casero (agua, sal y limón) como una fuente ideal de electrolitos.
Planificar el ayuno en torno a un período de menor actividad física y estrés puede facilitar la experiencia. Evita el ejercicio intenso y las situaciones estresantes, ya que pueden aumentar el hambre y dificultar el ayuno.
Es fundamental escuchar a tu cuerpo. Si experimentas molestias intensas o síntomas como mareos o desmayos, puede ser necesario interrumpir el ayuno y consultar con un profesional de la salud. También es recomendable consultar con un médico antes de comenzar un ayuno, especialmente si padeces alguna enfermedad o estás tomando medicamentos.
Por último, es importante romper el ayuno con suavidad. Comience con alimentos pequeños y fáciles de digerir, como caldo de huesos, antes de reintroducir gradualmente alimentos más complejos para evitar sobrecargar el sistema digestivo.
Siguiendo estas buenas prácticas, puedes preparar tu cuerpo para un ayuno exitoso que promueva la autofagia, favoreciendo la salud celular y el bienestar general.
Consideraciones finales sobre cuándo comienza la autofagia
El ayuno y la dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro pueden ser herramientas poderosas para mejorar la salud, pero no son adecuadas para todos. El ayuno, la práctica de abstenerse de comer durante períodos específicos, puede mejorar la salud metabólica, favorecer la pérdida de peso y aumentar la claridad mental al estabilizar los niveles de azúcar en sangre y reducir los picos de insulina. Un beneficio importante del ayuno es la autofagia, un proceso mediante el cual el cuerpo elimina las células dañadas y regenera otras nuevas, que suele comenzar después de 24 a 72 horas de ayuno. La autofagia ayuda a reducir la inflamación, mejorar la salud celular y promover la longevidad.
Combinar el ayuno con la dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro, puede potenciar aún más estos beneficios. Esta dieta favorece la salud intestinal y reduce la inflamación, creando un entorno óptimo para la autofagia durante los periodos de ayuno.
Sin embargo, el ayuno no es adecuado para todos. Las personas con antecedentes de trastornos alimentarios, estrés elevado, problemas con el cortisol o afecciones crónicas deben evitar el ayuno o consultar con un profesional de la salud antes de comenzar. Las mujeres embarazadas o en período de lactancia y las personas con bajo peso corporal o deficiencias nutricionales también deben evitarlo.
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En Educación en Medicina Funcional e Integrativa (EMFI) nos enorgullece ser profesionales de medicina funcional de confianza especializados, brindando apoyo con un Sistema de Alimentación Ancestral que combina una dieta hiperproteica-hipocalórica de origen animal herbívoro con el ayuno y la optimización del microbioma intestinal el cual le guiamos paso a paso y lo acompañamos en su proceso de optimización de su salud. Nos apasiona ayudar a las personas a sanar la raíz de sus problemas de salud para que puedan vivir una vida plena, prácticamente sin síntomas. Ofrecemos liderazgo en nutrición y conocimientos basados en evidencia, junto con consejos clínicos, para ayudarle a alcanzar sus objetivos de bienestar. Le invitamos a explorar las maneras en que podemos ayudarle y, si considera que la autogestión no es suficiente, estamos aquí para guiarle con apoyo y tratamientos personalizados. Nuestro Plan de Salud Personalizado (PHP) es el punto de partida ideal para descubrir las causas de sus problemas.
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Sobre el autor: Raúl Cuesta es Médico Certificado (IFMCP) por el Instituto de Medicina Funcional (IFM), formación avanzada en medicina funcional basada en sistemas y causas raíz. Certificación en terapia hormonal de bioequivalencia avanzada (BHRT) del Dr. Neal Rouzier, ABHRT. Obtuvo 4 Certificaciones en Medicina Funcional con enfoque funcional avanzado: Hormonas Bioidénticas y Salud Sexual, Salud Cardio Metabólica, Síndrome de Ovario Poliquístico e Hipotiroidismo, Salud Gastrointestinal por el Instituto de Especialización en Medicina Funcional. Cuenta con la certificación ReCODE 2.0 de Apollo Health para aplicar el protocolo Bredesen ReCODE para el deterioro cognitivo. Certificado en el protocolo Wahls para implementar el enfoque basado en alimentos y estilo de vida para la salud autoinmune. Miembro cofundador de SOLAFIT (Sociedad Latinoamericana de Fitoterapia).
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